Las fiestas navideñas suelen ser una falacia, una fecha mas en la que la hipocresía se instala en el cerebro de la sociedad, y todos, seamos ateos, judíos, budistas, celebramos por el nacimiento de alguien del cual, la verdad, no se tienen certezas de su existencia, y será tan grande e influyente esa fantasía que la trasladamos a nuestros pequeños, inculcándoles en su pequeña cabecita una (inocente) idolatría a un ser obeso…popularizado por una empresa de bebidas gaseosas…
Aver, desde que el hombre salio de las cavernas y miro al estrellado cielo, al contemplar tan enorme y espectacular creación, se sintió desolado, se asusto y en el medio de ese miedo y confusión, frente a no encontrar una respuesta ante tan increíble maravilla, decidió, simplemente, crear su propia respuesta, su propia “explicación”. Pasaron ya millones de años desde que el hombre contemplo la maravilla, y si bien ese extraordinario invento ya no goza de tanta popularidad, como en su punto máximo que fue en la tolerante edad media, aun domina muchas mentes y mantiene el control de las puertas de la libertad de gran parte de las sociedades humanas.
¿Será el temor a asumir nuestras vidas como seres sin padre, mas que el propio planeta que nos da la vida? ¿en la que aquella autoridad celestial que tanto celebramos no es más que una manifestación de nuestros miedos? Pues, el dia en que los mitos sean desenmascarados, lo mas probable es que sucumbamos a una especie de shock emocional, similar a la que recibió el pequeñín de aquí abajo, al enterarse de que el gordo del polo norte no es mas que un…Chamuyo.
Oh si, la verdad* puede doler y mucho...
(*ok, para no caer en una tipica soberbia marxistoide, aclaro que tampoco nadie es dueño de la verdad; no pretendo burlarme de los seguidores religiosos o de los amantes de la navidad, pero la verdad es que la foto me parecia muy graciosa como para dejarla pasar y tenia que acompañarla de algun texto, je, je...)
Buen Post.
ResponderEliminarLo que decis de las estrellas, me recordo un mito de los indios norteamericanos, que cuenta que la distribucion de las estrellas estaba a cargo de un coyote, el cual resbalo y provoco todo ese desparramo.
Como dijo Homero, (creo): Dios es mi personaje de ficcion favorito.